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martes, 2 de abril de 2013

La lógica de los medios en el Sistema de Poder Mundial


M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)


CULTURA MEDIÁTICA Y PODER MUNDIAL

 

DE MORAES, Denis. La lógica de los medios en el sistema de poder mundial, Cap. 2, en “Cultura Mediática y Poder Mundial”. Grupo Editorial Norma. (2005), Bogotá, pp. 49-85.

 

El subtítulo de esta lectura “Cómo controlar un pedazo de mundo”, al leerlo me causó asombro, porque pensé, si en verdad sería posible que hubiese alguien en este planeta que pudiera controlar aunque sea un pedazo de mundo y, después de leer a Denis de Moraes (2005) comprendí cómo todo lo que el ser humano hace, gira en torno a la comercialización y, cómo ésta sí controla, no un pedazo de mundo, sino casi todo el mundo. Confieso que desde hace años vengo pensando que la religión y la política habían dejado de ser los ejes rectores de la sociedad, lo que confirmo con esta lectura, ahora la economía se ha convertido en el centro de poder.

 

Denis en esta lectura nos da varios ejemplos, de cómo los grandes consorcios han ido formándose, de cómo el holding referente a los medios de comunicación e información ha tenido un avance significativo en cuanto a la apropiación de empresas de tecnología en comunicación masiva, de cómo han tenido una gran penetración en la audiencia, pero desafortunadamente, para mí, predominan los intereses comerciales y se olvidan de las necesidades del público al cual “controlan” en mayor medida, pues influye en ellos, pero… si nos enfocamos a la lectura, descubrimos que ni siquiera son los medios sino los intereses de sus patrocinadores los que controlan qué se publica y edita. En este texto se hace una reflexión sobre los porcentajes de los grandes monopolios existentes, de cómo Estados Unidos sigue a la cabeza de todos, de cómo los que conforman el grupo de los 8, se van asociando con aquellas empresas que son pequeños monopolios en sus países, buscan sus “joint-ventures, es decir no se limitan a controlar un sector, se diversifican para obtener mayores ganancias en todos las áreas, pero de manera increíble toda la riqueza se centra en unos cuantos pues a pesar de ser tantas empresas, sólo dan empleo al 1% de la población de la tierra (Fiori, 2001; Borón, 202).

 

Toda la lectura gira en torno a esta temática, da porcentajes del dominio de “los grandes en la comercialización”, me llamó mucho la atención que en una de sus conclusiones, nos menciona que Latinoamérica es absorbida por las potencias extranjeras y según García, N. (2003) existen cuatro medidas para salvaguardar las entidades culturales en América Latina.

 

Los gobiernos precisan preservar el patrimonio histórico tangible e intangible, así como incentivar la generación de contenidos que amplíen las ofertas de entretenimiento fuera del patrón mediático.

 

Acciones coordinadas involucrando la sociedad civil compatibilizarían el avance tecnológico, la expresión multicultural y la participación democrática de los ciudadanos.

 

Políticas públicas deben apoyar y exonerar la producción de cultura nacional, aumentando la competitividad en los mercados interno y externo.

 

Es importante proteger legalmente las singularidades culturales (inclusive en el ámbito de la futura área de Libre Comercio de las Américas) a través de mecanismos consistentes de regulación de los flujos de programaciones e imágenes.

 

¿Por qué, si existen teóricos que aportan ideas para provocar una independencia y progreso entre las naciones, nuestros gobiernos hacen caso omiso? ¿Será que nada se puede hacer contra el dominio económico de los “grandes”? Después de esta lectura, pienso que como docente, sólo me queda hacer conciencia en mis alumnos, que el leer y cultivarse es la única salida que se tiene como individuo inmerso en una sociedad, ante tanta penetración y manipulación, que se adquiera el hábito de fomentar un pensamiento crítico día a día para aceptar las cosas que convengan y desechar aquellas que dañen.

 

Entre más aprendo, más fuerte es mi responsabilidad como profesora, ojalá todos los que tenemos la oportunidad de educar comprendamos cuán profunda es esta responsabilidad, ayudar a los jóvenes de ahora a enfrentar un mundo lleno de avaricia de poder y dinero.