Evolución de la relación entre educación y televisión
M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)
LAS
EXPECTATIVAS EDUCATIVO-SITUACIONALES DE LA MUJER AMA DE CASA Y LAS FORMAS DE
REALIZACIÓN Y LAS EXPECTATIVAS EDUCATIVAS
FUENZALIDA, Valerio “Evolución de la relación entre educación y
televisión”, “Las expectativas educativo-situacionales de la mujer ama de casa”
y “Las formas de realización y las expectativas educativas” (Capítulos 1, 2 y
3) en Expectativas educativas de las
audiencias televisivas, Grupo Editorial Norma, 2005. (pp. 9-80).
En este texto Fuenzalida, V. (2002), nos comparte su
experiencia con relación a sus estudios de audiencia y recepción televisiva,
nos presenta importantes resultados de investigación mutidisciplilnaria como:
“etnografía del consumo televisivo en el hogar, verbalizaciones de focus groups de recepción de audiencia, rating, análisis de contenido, semiótica
del lenguaje television y teoría dramática”, asimismo nos hace reflexionar
sobre el término teleeducación, que cada vez es más aceptado, tanto en el
sistema educativo como en el televisivo, cómo cada sector está asumiendo el rol
que le corresponde, aunque de manera paulatina y en ocasiones sin el éxito
deseado por ambas partes.
Desde la aparición de los medios masivos de comunicación e
información, la escuela tradicional ha luchado por conservar la hegemonía con
respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje, pero, poco a poco éstos han
logrado una penetración tal en el comportamiento y desenvolviento de las
sociedades, que la escuela ha tenido que aceptar que los medios son
herramientas que pueden y deben ser incluídos dentro del proceso educativo. La
televisión, en un inicio, (considerada el medio de mayor desarrollo y
trascendencia dentro de la sociedad a nivel universal), ha realizado esfuerzos
para incursionar en una programación televisiva educativa, así dio principio con la emulación de una clase normal y
simplemente las denominaron teleclases, pero sólo se concretaron a seguir el mismo modelo de las clases
formales, inclulso en los horarios.
La dificultad que se ha encontrado, es que pedagógicamente,
la televisión tiene la problemática de incluir, de manera regular y metódica,
un programa televisivo dentro del aula, que se apegue a la currícula
establecida por los planes de estudio propuestos para los centros educativos.
Por esta razón, considero que estos medios de
comunicación, incluyendo la televisión, son herramientas de apoyo para los
educadores, que deben ocuparlos siempre y cuando los adecuen a una situación
pedagógica para que tenga sentido llevarlos al
aula.
También se menciona que la televisión se fragmenta en dos
alternativas, la televisión abierta y de paga; la primera, su programación es
meramente de entretenimiento e informativa y la segunda, además de entretener e
informar, cuenta con una programación especial que asume el propósito de
orientar y educar a sus audiencias. ¿Qué pasa con aquellos grupos que no
cuentan con el recurso económico para poder seleccionar qué ver? Como docente,
además de concientizar a mis alumnos de qué ver y cómo ver, considero es mi
responsabilidad, llevar dentro del aula este tipo de información a través de
videos, películas, documentales y grabación de programas televisivos, para que
los alumnos se den cuenta, que actualmente cuentan con un sinfín de elementos
en donde pueden aprender aparte de la escuela y los libros.
La Internet, tecnología que ha venido a revolucionar y
confirmar que no sólo en la escuela se aprende, es incríble por la cantidad de recursos que se encuentran en
ella, lo fácil que es ir creando sociedades de información y socializacion, que
permiten posibilidades infinitas de comunicación, información y cognición, por
las que de acuerdo con el autor, resulta ser un acierto llamarlas “expectativas
existenciales situacionales”. ¿Entonces por qué los gobiernos, sobre todo
latinoamericanos, no han podido hacer que estas
herramientas estén presentes en todas las instituciones educativas?, será
porque como nos lo dice Fuenzalida, V. (2002); “…alrededor del 43% de esta
población vive en una condición de pobreza afectiva y de subconsumo de bienes
mínimos” así pues, esta población, en especial las mujeres, en su mayoría
responsables del hogar, están más preocupadas
por las necesidades existenciales que las educativas.
De la exploración mediática del uso de la televisión, resultó
interesante conocer cuántos sentimientos puede generar un programa televisivo,
por ejemplo las telenovelas, permiten en un momento dado, que las audiencias las
relacionen con sus vidas personales, con sus vivencias cotidianas, que
reflexionen sobre cómo viven y tomar como parámetro lo actuado en los
programas; conocer las características que conforman una programación matutina
para que las audiencias se identifiquen con ella. Como televidente, sólo
disfruto de la programación, jamás me imaginé todo lo que lleva implícito
realizarla. Resultó muy interesante este apartado, por la cantidad de ejemplos
presentados.
Si partimos de la premisa que
el hogar es la base del rendimiento escolar, y que en la mayoría de los hogares
mexicanos existe un televisor, ¿no será importante que la población educativa
en general, se oriente para sacar provecho a
toda esta información y educación que se puede adquirir a través de este medio? ¿Qué en las
instituciones educativas se tenga la firmeza y convicción de analizar de vez en
vez los contenidos de la programación televisiva? No para intervenir en sus contenidos,
sino para analizarlos con la comunidad educativa, saber cómo afecta en nuestros
educandos, sobre todo si conocemos que las grandes empresas del medio, editan
no sólo sus programas, sino la noticia que debiera ser verídica y real.
Cuando la totalidad de la comunidad docente acepte a los
medios de comunicación e información masivos como un apoyo en la labor
educativa, los incluya en el proceso de enseñanza-aprendizaje con una situación
pedagógica, los analice y enseñe a los alumnos a hacer una crítica y selección
de los mismos, considero que se tendrá una oportunidad para mejorar la calidad
educativa.