domingo, 19 de mayo de 2013

Evolución de la relación entre educación y televisión



 M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)

 

LAS EXPECTATIVAS EDUCATIVO-SITUACIONALES DE LA MUJER AMA DE CASA Y LAS FORMAS DE REALIZACIÓN Y LAS EXPECTATIVAS EDUCATIVAS

 


FUENZALIDA, Valerio “Evolución de la relación entre educación y televisión”, “Las expectativas educativo-situacionales de la mujer ama de casa” y “Las formas de realización y las expectativas educativas” (Capítulos 1, 2 y 3) en Expectativas educativas de las audiencias televisivas, Grupo Editorial Norma, 2005. (pp. 9-80).

 


En este texto Fuenzalida, V. (2002), nos comparte su experiencia con relación a sus estudios de audiencia y recepción televisiva, nos presenta importantes resultados de investigación mutidisciplilnaria como: “etnografía del consumo televisivo en el hogar, verbalizaciones de focus groups de recepción de audiencia, rating, análisis de contenido, semiótica del lenguaje television y teoría dramática”, asimismo nos hace reflexionar sobre el término teleeducación, que cada vez es más aceptado, tanto en el sistema educativo como en el televisivo, cómo cada sector está asumiendo el rol que le corresponde, aunque de manera paulatina y en ocasiones sin el éxito deseado por ambas partes. 

 


Desde la aparición de los medios masivos de comunicación e información, la escuela tradicional ha luchado por conservar la hegemonía con respecto al proceso de enseñanza y aprendizaje, pero, poco a poco éstos han logrado una penetración tal en el comportamiento y desenvolviento de las sociedades, que la escuela ha tenido que aceptar que los medios son herramientas que pueden y deben ser incluídos dentro del proceso educativo. La televisión, en un inicio, (considerada el medio de mayor desarrollo y trascendencia dentro de la sociedad a nivel universal), ha realizado esfuerzos para incursionar en una programación televisiva educativa, así dio principio con la emulación de una clase normal y simplemente las denominaron teleclases, pero sólo se concretaron a  seguir el mismo modelo de las clases formales, inclulso en los horarios.

 


La dificultad que se ha encontrado, es que pedagógicamente, la televisión tiene la problemática de incluir, de manera regular y metódica, un programa televisivo dentro del aula, que se apegue a la currícula establecida por los planes de estudio propuestos para los centros educativos. Por esta razón, considero que estos medios de comunicación, incluyendo la televisión, son herramientas de apoyo para los educadores, que deben ocuparlos siempre y cuando los adecuen a una situación pedagógica para que tenga sentido llevarlos al aula.

 


También se menciona que la televisión se fragmenta en dos alternativas, la televisión abierta y de paga; la primera, su programación es meramente de entretenimiento e informativa y la segunda, además de entretener e informar, cuenta con una programación especial que asume el propósito de orientar y educar a sus audiencias. ¿Qué pasa con aquellos grupos que no cuentan con el recurso económico para poder seleccionar qué ver? Como docente, además de concientizar a mis alumnos de qué ver y cómo ver, considero es mi responsabilidad, llevar dentro del aula este tipo de información a través de videos, películas, documentales y grabación de programas televisivos, para que los alumnos se den cuenta, que actualmente cuentan con un sinfín de elementos en donde pueden aprender aparte de la escuela y los libros. 

 


La Internet, tecnología que ha venido a revolucionar y confirmar que no sólo en la escuela se aprende, es incríble por la cantidad de recursos que se encuentran en ella, lo fácil que es ir creando sociedades de información y socializacion, que permiten posibilidades infinitas de comunicación, información y cognición, por las que de acuerdo con el autor, resulta ser un acierto llamarlas “expectativas existenciales situacionales”. ¿Entonces por qué los gobiernos, sobre todo latinoamericanos, no han podido hacer que estas herramientas estén presentes en todas las instituciones educativas?, será porque como nos lo dice Fuenzalida, V. (2002); “…alrededor del 43% de esta población vive en una condición de pobreza afectiva y de subconsumo de bienes mínimos” así pues, esta población, en especial las mujeres, en su mayoría responsables del hogar, están más preocupadas por las necesidades existenciales que las educativas.

 


De la exploración mediática del uso de la televisión, resultó interesante conocer cuántos sentimientos puede generar un programa televisivo, por ejemplo las telenovelas, permiten en un momento dado, que las audiencias las relacionen con sus vidas personales, con sus vivencias cotidianas, que reflexionen sobre cómo viven y tomar como parámetro lo actuado en los programas; conocer las características que conforman una programación matutina para que las audiencias se identifiquen con ella. Como televidente, sólo disfruto de la programación, jamás me imaginé todo lo que lleva implícito realizarla. Resultó muy interesante este apartado, por la cantidad de ejemplos presentados. 

 


Si partimos  de la premisa que el hogar es la base del rendimiento escolar, y que en la mayoría de los hogares mexicanos existe un televisor, ¿no será importante que la población educativa en general, se oriente para sacar provecho a toda esta información  y educación que se puede adquirir a través de este medio? ¿Qué en las instituciones educativas se tenga la firmeza y convicción de analizar de vez en vez los contenidos de la programación televisiva? No para intervenir en sus contenidos, sino para analizarlos con la comunidad educativa, saber cómo afecta en nuestros educandos, sobre todo si conocemos que las grandes empresas del medio, editan no sólo sus programas, sino la noticia que debiera ser verídica y real.

 


Cuando la totalidad de la comunidad docente acepte a los medios de comunicación e información masivos como un apoyo en la labor educativa, los incluya en el proceso de enseñanza-aprendizaje con una situación pedagógica, los analice y enseñe a los alumnos a hacer una crítica y selección de los mismos, considero que se tendrá una oportunidad para mejorar la calidad educativa.