¿Qué hacen los mejores profesores universitarios que no hagan el resto? Ken Bain
se propuso descubrirlo. Tras un trabajo de investigación de 15 años de
duración en el que analizó a un centenar de profesores de universidades
variadas, llegó a las siguientes conclusiones, recogidas en su libro Lo Que Hacen Los Mejores
Profesores Universitarios:
1 ¿Qué saben y comprenden los mejores profesores?
Sin excepciones, sin excusas, los profesores excelentes dominan a fondo las materias que imparten. Son capaces de hacer intelectual, emocional o físicamente aquello que demandan de sus estudiantes. Saben cómo simplificar y clarificar
temas complejos, llegar a la esencia de las cuestiones con revelaciones
provocativas y son capaces de pensar sobre su propio pensamiento en la
disciplina, evaluando su naturaleza y su calidad.
Los mejores profesores asumen que el aprendizaje carece de significado a menos que produzca un cambio sostenido y sustancial en cómo los estudiantes piensan, sienten y actúan.
2 ¿Cómo se preparan para enseñar?
Los profesores excepcionales tratan a sus clases, prácticas, sesiones
de problemas y otros elementos de la enseñanza con la misma seriedad
intelectual con la que tratan a su investigación y trabajo académico.
Cuando se preparan para enseñar, comienzan por preguntarse por los
objetivos y necesidades de aprendizaje de sus alumnos antes que por
sobre qué hará el profesor.
3 ¿Qué esperan de sus alumnos?
Los mejores profesores esperan más. Evitan objetivos arbitrariamente
impuestos al curso y favorecen aquellos que encarnan la clase de
pensamiento y acción esperados para la vida.
4 ¿Qué hacen cuando enseñan?
Los mejores profesores fomentan la creación de un clima natural de aprendizaje crítico.
En tal clima, los estudiantes aprenden confrontando problemas
intrigantes, bellos o importantes, tareas auténticas que los desafiarán a
luchar con ideas, a repensar sus preconcepciones, a cuestionar sus
modelos mentales de la realidad.
5 ¿Cómo tratan a sus alumnos?
Los profesores altamente eficaces tienden a confiar plenamente
en sus estudiantes. A menudo muestran apertura con ellos y pueden
hablar sobre su propio viaje intelectual, sus ambiciones, triunfos,
frustraciones y fracasos. Animan a sus estudiantes a ser igualmente
reflexivos y francos.
Discuten abiertamente y con entusiasmo su propio sentido de
reverencia y curiosidad ante la vida. Simple y llanamente, tratan a sus
estudiantes con decencia.
6 ¿Cómo miden su propio progreso y evalúan su esfuerzo?
Poseen algún programa sistemático para evaluar sus propios esfuerzos y
realizar cambios apropiados. Más aún, puesto que se evalúan a sí mismos
cuando evalúan a sus alumnos, evitan juzgarlos según estándares
arbitrarios. La evaluación de sus estudiantes se deriva de los objetivos
de aprendizaje primordiales.
Los mejores profesores del mundo se atreven a confrontar sus propias debilidades y fracasos
No culpan a los estudiantes de sus fracasos. Se ven a sí mismos como
estudiantes, siempre esforzándose por fomentar el desarrollo de sus
alumnos, nunca satisfechos completamente con lo que han logrado.
Recuperado de El Arte de Presentar, http://www.elartedepresentar.com/2013/10/lo-que-los-mejores-profesores-del-mundo-hacen-y-a-lo-mejor-tu-no/