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lunes, 19 de agosto de 2013



Ensayo de la M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2008)
Las funciones del lenguaje



Las funciones del lenguaje en el circuito de la comunicación. El primero en establecer las funciones comunicativas fue Karl Büler. 

Como dato interesante, Büler va a tomar como referencia uno de los medios de comunicación más importantes en su momento, éste era la radio, por eso él va a hablar del circuito de la comunicación, emisor, receptor, código, mensaje. Büler sólo establece tres, que son la expresiva, la conativa y la representativa



A través de signos (ya sean visuales u orales) se transmiten ideas, mensajes, pensamientos. Esta acción implica un objeto o una cosa de la que se habla o referente, implican signos (visuales, orales) y por lo tanto un código (conjunto de signos), un medio de transmisión  y evidentemente quien transmite (emisor) y quien recibe el mensaje (receptor).

Uno de los estudiosos más importantes del siglo XX llamado Jakobson definió seis funciones lingüísticas. De hecho una de sus aportaciones más importantes en la teoría literaria fue hablar de la función poética.

Jakobson fue uno de los fundadores del círculo lingüístico de Moscú, años después fue uno de los fundadores del círculo lingüístico de Praga, este va a ser, dentro de la escuela estructuralista europea uno de los grupos más importantes del estructuralismo ya que su línea de trabajo se dirige a lo que posteriormente se le conoce como funcionalismo. Jakobson por su origen tiene que emigrar a Estados Unidos, esto va a ser importante porque va a tener contacto con los lingüistas norteamericanos y con la línea de antropología lingüística que se desarrollo en esos años (50’s y 60’). 



Emisor  mensaje   receptor

              Código

Referente (realidad-mundo)

abstracta-concreta



Todas las funciones existen un acto comunicativo, pero dependiendo del tipo de acto hay algunas funciones que son más visibles:

La función referencial se refiere a las relaciones entre el mensaje y el objeto al que se hace referencia. Esta función esencial consiste en evitar confusión entre el signo y la cosa, entre el mensaje y la realidad codificada. Es la función que se refiere a la relación existente entre el mensaje y la realidad (esta puede ser abstracta o concreta).

La función emotiva se refiere a las relaciones entre el emisor y el mensaje. Cuando nosotros comunicamos emitimos ideas relativas a la naturaleza del referente, pero también podemos expresar nuestra actitud respecto a ese objeto y al mismo tiempo emitimos posturas a través de signos secundarios (los gestos, por ejemplo). A esta función también se le ha llamado función sintomática o expresiva.

Algunos estudiosos señalan que la función referencial y la función emotiva son las bases a la vez complementarias y concurrentes de la comunicación. Por eso se habla de la “doble función del lenguaje”, una es cognoscitiva y objetiva, la otra afectiva y subjetiva, lo que supone dos tipos de codificación. Diferentes, el segundo tipo tiene su origen en las variaciones estilísticas y en las connotaciones, estas se actualizan en los mensajes estilísticos.

La función conativa o conminativa define las relaciones entre el mensaje y el receptor, pues toda comunicación tiene por objeto obtener una reacción de este último. La conminación puede dirigirse a la afectividad del receptor, se encuentra en este nivel la misma distinción cognoscitivo-afectiva (objetivo-subjetiva). Del primero derivan los códigos de señalización, los programas operativos (tácticas, programación, etc.) que tienen por objeto organizar la acción en común. Del segundo caso provienen los códigos sociales y estéticos que tienen como objetivo la participación del receptor, esta función ha adquirido gran importancia en la publicidad, en la cual el contenido referencial de los signos es opacado y se resalta la motivación del destinatario, ya sea condicionándolo por repetición o desencadenando reacciones afectivas. También se le conoce como función apelativa (apellare en latín vulgar significa llamar la atención, en latín clásico significa requerir). Esta función es muy interesante y está relacionada con la de los actos de habla propuesta por Austin que habla de los actos perlocutivos, es decir, cómo logramos los hablantes que a través de un mensaje los oyentes hagan algo. El libro de Austin se llama How to do things with words (Cómo hacer las cosas con palabras.

La función poética o estética es definida por Jakobson como la relación del mensaje consigo mismo. Es la función estética: en las artes se crean mensajes por medio de los objetos artísticos ya que son portadores de su propia significación. Esta función en los mensajes se ubica en el “cómo se comunica”. Para lo que a nosotros interesa tiene que ver con la selección de signos que hace el hablante, es decir, el uso de palabras determinadas de acuerdo al registro, al contexto, a la adecuación.

La función fática tiene por objeto afirmar, mantener o detener la comunicación. Jakobson distingue con ese nombre a los signos “que sirven esencialmente para establecer, prolongar o interrumpir la comunicación” y para verificar si el circuito de comunicación funciona. 

El referente del mensaje fático es la propia comunicación, así como el referente del mensaje poético es el propio mensaje y el del mensaje emotivo, el emisor. La función fática desempeña un papel muy importante en todos los modos de comunicación: ritos, solemnidades, ceremonias, discursos, arengas, conversaciones familiares, etc., donde el contenido de la comunicación tiene menos importancia que el hecho de la presencia y de la reafirmación de adhesión al grupo. Se repiten la mismas palabras, los mismos gestos, sin embargo es la que nos permite continuar con el intercambio de mensajes, además cuando tiene valor negativo nos indica que no hay canal de comunicación, es decir, que alguno de los participantes no desea continuar y detiene el intercambio. Por ejemplo, cuando dice: Bueno, eso es todo. Adiós.

La función metalingüística tiene por objeto definir el sentido de los signos que corren el riesgo de no ser comprendidos por el receptor. La función metalingüística remite el signo al código del cual extrae su significación.

Esta función también está relacionada con lo que los lingüistas señalan con el proceso de autocorrección que llevan a cabo los hablantes cuando emiten un mensaje.

Comprender y sentir. Las diversas funciones son concurrentes en un mismo mensaje. Unas y otras dominan según el tipo de comunicación. La función  referencial y la función emotiva constituyen los dos grandes modos de la expresión semiológica, son modos de percepción no solamente opuestos sino inversamente proporcionales. La comprensión se ejerce sobre el objeto y la emoción sobre el sujeto. A raíz de estos dos modos de percepción los caracteres del signo lógico y del signo expresivo se oponen:

El signo es convencional, es arbitrario en un sentido. Se dice que la oposición entre la experiencia objetiva y la experiencia subjetiva, entre el saber y el sentir, se tiende a confundir los dos planos.

Sentido e información. Si los signos se encuentran en una relación lógica se puede decir que hay tres tipos de relación: una relación lógica de exclusión, una relación lógica de inclusión y una relación lógica de intersección que algunos estudiosos señalan como correspondientes alas funciones diacrítica (o distintiva), a la taxonómica (o clasificatoria) y a la semántica (o significativa).


 
Referencias:
Valerio, S. J. (1996). Desde el hablar a la lengua. Prolegómenos a una teoría de la sintaxis y la semántica textual y oracional. Málaga: Ágora. pp. 53-60.
Benveniste, E. (1971). Problemas de lingüística general. México: Siglo XXI Editores. pp.50-60.
Pons, R. (1980). El lenguaje. Barcelona: Teide. pp. 357-365.