domingo, 7 de julio de 2013

Guía del maestro de Educacion básica



M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)

 

MIRANDO LA TV DESDE LA ESCUELA.

VOLUMEN 1.

 

OROZCO, Guillermo “Guía del maestro de educación básica. Mirando la TV desde la escuela”, Vol. 1 en El maestro frente a la influencia educativa de la televisión, Fundación SNTE, 1998.

 

Esta lectura como lo dice el título, se trata de una guía para que el profesor de educación básica  (pienso, que en general para todos aquellos que nos dedicamos a la docencia) reflexione, piense y comprenda que la televisión no es la única culpable de que los niños y jóvenes de hoy sean apáticos y desinteresados hacia los aprendizajes proporcionados en las instituciones educativas.

 

John Dewey señala: “si aquello que aprenden los niños fuera del salón de clases incide en su aprendizaje escolar, es responsabilidad del maestro dar cuenta también de ese aprendizaje”, considero que lo que dice esta cita de Dewey se ha ido olvidando, que en la actualidad, la mayoría de los profesores sólo se concretan a cumplir programas de estudios que les proporciona la escuela para la que laboran.

 

Ahora bien, nos guste o no, los niños y jóvenes de hoy, tienen un sinfín de herramientas en donde aprender; los medios masivos de comunicación e información, han logrado en la sociedad una penetración tan fuerte que tienen más credibilidad  y actualidad de temas, que lo que los profesores puedan enseñar en la escuela. Como nos lo dice Jesús Martín Barbero, debemos los profesores entender que: “nos encante o nos dé asco la televisión constituye hoy en día a la vez que el más complejo dispositivo de moldeamiento y deformación de los gustos populares, una mediación histórica, expresiva y dinamizadora sin precedentes de las culturas contemporáneas”.

 

Por ello, es necesario, que se comprenda y acepte por todos los involucrados en educar, la influencia, tanto positiva como negativa que tiene la televisión, que ésta aunque no sea su propósito, de alguna manera participa en la culturalización de las sociedades, principalmente en las juveniles. Razón suficiente para que los educadores sepamos y nos informemos sobre estos medios para encararlos de manera inteligente desde el aula.

 

Papert, S. (1995) en la lectura La máquina de los niños. Replantea la educación en la era de los ordenadores, nos menciona que es urgente un cambio drástico en el sistema educativo, que los ordenadores pueden favorecer este cambio,  y por otro lado, Orozco, G. (1995) plantea una serie de pasos a seguir para, por lo menos, tratar de incluir a la televisión como una aliada y no una enemiga en el proceso de enseñanza y aprendizaje dentro del aula, entre los que destacan y que merecen se haga una reflexión: sobre los logros educativos tanto de la televisión como de la escuela: sobre los efectos educativos que la televisión proporciona: sobre las distintas posiciones para mediar inteligentemente entre este medio y los niños/jóvenes, de modo que al terminar de leer esta guía, los profesores, debieran estar motivados para practicar una mediación pedagógica, tener clara la influencia educativa y sobre todo descubrir las consecuencias que este medio ejerce en los niños/jóvenes para así lograr una mejor canalización y, lo más importante, reconocer que la escuela no está sola en el ejercicio de educar. Que a partir de este nuevo milenio, además de la familia, la iglesia, los amigos, el vecindario, la calle se cuenta, gracias a los avances tecnológicos con los medios de comunicación e información, de manera más específica, la televisión e Internet, dos herramientas que debiera ser imposible separar del contexto educativo, sólo falta que ambas partes, tanto medios como escuela, lo acepten y se responsabilicen.

 

Basta de culpar a la televisión de la actitud desinteresada y aburrida de los jóvenes dentro de las aulas, está comprobado que sólo en las grandes urbes se abusa de estar frente al televisor (4.5 hrs. promedio diario) porque en las zonas rurales es mínimo el tiempo que los niños/jóvenes ven la televisión y entonces me pregunto ¿estos niños que viven en zonas rurales y que casi no ven televisión van motivados e interesados todos los días a la escuela?, concuerdo con las encuestas, este fastidio es nacional e incluso internacional. Entonces vayamos a la par que estos medios para educar con temas actuales, diversos, novedosos e interesantes, hacer alianzas con éstos e irlos introduciendo en el aula, aceptar que hasta ahora, frente a frente los medios están ganando la batalla, basta citar a Orozco, G. (1999) para darnos cuenta que:

 

Mientras que los niños aprenden las tonadillas de los comerciales, no se saben el Himno Nacional. Mientras que han memorizado las historias de vida de los artistas de la televisión, difícilmente conocen las historias y obras de los personajes de la vida mexicana. A veces, ni siquiera se saben los nombres de los presidentes de México, no obstante que éste es uno de los contenidos en los libros de historia.

 

Como toda incursión, los medios tienen ventajas y desventajas, minimicemos estas últimas y aboquémonos como educadores  a las primeras para aprovechar  todos los recursos, que de ellos emanan, que si bien no tienen la intención pedagógica, si pueden ser adecuados a las necesidades de cada uno de los maestros que estén dispuestos a ser innovadores de una estrategia didáctica diferente.

 

Es momento de dejar de lado los cuestionamientos inútiles, en este nuevo milenio como docentes debemos darnos la oportunidad de ser mediadores y no simples espectadores de la programación televisiva.