El libro y los medios, crítica de la razón dualista
M en CyTE Lilia G. Torres Fernández
EN LA EDUCACIÓN DESDE LA
COMUNICACIÓN
MARTIN BARBERO, Jesús. “El libro y los medios, crítica de la
razón dualista” en la Educación desde la
Comunicación, Editorial Norma, 2001. (pp. 45-77)
Esta
lectura trata sobre el impacto que han tenido las nuevas tecnologías y sus usos
sociales, además de la supuesta crisis existencial del libro.
Como
maestra de las materias de lectura y redacción I-II y metodología de la
investigación II, en el nivel medio superior, me resultó muy interesante la
forma en que Martín Barbero aborda el tema de cómo los jóvenes se han dejado de
interesar por los libros, y cómo los docentes, no hemos tenido la creatividad
de enseñar a estos jóvenes, con todos los recursos que existen para cultivarse.
Es una
verdad abierta a todos, los jóvenes de hoy ya no escriben ni leen como lo
hacíamos antes y como se pregunta el autor, ¿será la tecnología la culpable de
esto? Según A. Renaud (1990), citado por Martín Barbero, “es toda la axiología
de los lugares y las funciones de las prácticas culturales de memoria, de
saber, de imaginario y creación la que hoy conoce una seria reestructuración”
cuánta razón, pues ¿alguna generación ha sido hegemónica sobre otra, o se ha
quedado enquistada eternamente? Pienso que jamás ha ocurrido esto, pero
entonces ¿por qué se culpa ahora a la tecnología
de que los jóvenes tienen diferentes formas de comunicarse tanto oral como
escrita?, ¿acaso no es una transición natural, ante la aparición de los avances
científicos y tecnológicos?
No será
que la escuela es la que no ha sabido cómo insertar estas herramientas, cómo al
verse desplazada por estos medios, los ha satanizado e inclusive manifiesta que
son los culpables de la situación económica, política, religiosa y sobre todo,
que la educación se ve afectada por ellos.
Me
pregunto si sólo los jóvenes han cambiado el gusto de los libros por los medios
audiovisuales, ¿no es más sencillo para cualquier persona, por ejemplo, ver un
video tutorial para aprender algo, que leer las odiosas instrucciones e
interpretar lo que en ellas se escribe?
Con
lecturas anteriores de este módulo, he reflexionado en que los docentes tenemos
la obligación de cambiar las estrategias pedagógicas de enseñanza; esta lectura, me ha dejado gratamente
sorprendida, pues me ha quitado la preocupación y angustia del por qué los jóvenes de hoy no gustan de leer libros,
a veces nos enfrascamos en la cerrazón de cumplir programas de estudio y se nos
olvida pensar, crear y sobre todo tomar lo existente y actual para enseñar. Con
esto no digo que abandonemos el hábito de la lectura, una buena historia,
novela, conocimientos leídos en un libro, siempre serán reconfortantes, sólo
que ahora, diré a mis alumnos que los medios también les pueden enseñar, que de
ellos también pueden aprender, sólo hay que saber seleccionar y tomar
conciencia de lo que se ve.
Jamás
me imaginé estar en la postura de defender a la televisión, durante años he
pensado que es una pérdida de tiempo estar frente a ella, pero como nos dice
Martín Barbero, nos guste o no “la televisión constituye hoy a la vez el más
sofisticado dispositivo de moldeamiento y deformación de los gustos populares y
una de las mediaciones históricas más expresiva de las matrices narrativas,
gestuales y escenográficas del mundo cultural popular…” y para verla no se
necesita asistir a la escuela para que te enseñen a usarla.
Cierto
es que para ver la televisión no es necesario tomar cursos o prepararse
especialmente para ello, pero sí es indispensable que la escuela eduque a sus
estudiantes para verla. Las instituciones educativas deben entender que los
procesos y métodos de lectura han cambiado, no se trata de sustituir uno por
otro, sino considerar que existen otros medios y tienen que ser utilizados para
un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje. En la actualidad hay que tomar en
cuenta, que ni los padres ni la escuela son únicos ejes rectores de la educación.
Ahora
bien, no todo marcha sobre ruedas, pues como se señala en esta lectura, las
políticas, por lo menos en Latinoamérica, continúan separando la cultura y
comunicación del ámbito educativo. Es urgente que la escuela, desde primaria
hasta universidad piense menos en los efectos ideológicos y morales de los
medios, y se preocupe más en el entorno comunicativo; resulta fácil culpar a
los medios como internet y televisión de la apatía de los jóvenes por el gusto
de los libros, yo agregaría que por su aprendizaje en general, cuando en
realidad, es la escuela la que no ha sabido motivar e interesar a estos jóvenes.
Es
necesario y con carácter de urgente, que la escuela en su proceso de enseñanza
y aprendizaje incluya en sus planes y programas de estudio, el leer textos
audiovisuales y los hipertextos, si desea estar vigente y tener éxito en que
las nuevas generaciones lean, se necesita tomar conciencia que no son las
nuevas tecnologías las culpables de la apatía y desinterés por adquirir
conocimientos por parte de los estudiantes, se debe reflexionar que
actualmente, no sólo existe el libro como único medio para leer y adquirir
conocimientos, hay que considerar la diversidad y pluralidad de los recursos
existentes.
Sería
ideal que tanto las empresas televisoras y las autoridades reguladoras de la
educación estén en constante comunicación para establecer una programación, y
no por ello quitar la libertad de expresión a los medios, pero sí evitar
aquellos programas que causan efectos negativos en los niños y jóvenes.