La lógica de los medios en el Sistema de Poder Mundial
M en CyTE Lilia G. Torres Fernández (2010)
CULTURA MEDIÁTICA Y
PODER MUNDIAL
DE MORAES, Denis. La lógica de los medios en el sistema de
poder mundial, Cap. 2, en “Cultura Mediática y Poder Mundial”. Grupo Editorial
Norma. (2005), Bogotá, pp. 49-85.
El subtítulo de esta lectura “Cómo controlar un
pedazo de mundo”, al leerlo me causó asombro, porque pensé, si en verdad sería
posible que hubiese alguien en este planeta que pudiera controlar aunque sea un
pedazo de mundo y, después de leer a Denis de Moraes (2005) comprendí cómo todo
lo que el ser humano hace, gira en torno a la comercialización y, cómo ésta sí
controla, no un pedazo de mundo, sino casi todo el mundo. Confieso que desde
hace años vengo pensando que la religión y la política habían dejado de ser los
ejes rectores de la sociedad, lo que confirmo con esta lectura, ahora la
economía se ha convertido en el centro de poder.
Denis en esta lectura nos da varios ejemplos, de
cómo los grandes consorcios han ido formándose, de cómo el holding referente a
los medios de comunicación e información ha tenido un avance significativo en
cuanto a la apropiación de empresas de tecnología en comunicación masiva, de cómo han tenido una gran
penetración en la audiencia, pero desafortunadamente,
para mí, predominan los intereses comerciales y se olvidan de las
necesidades del
público al cual “controlan” en mayor medida, pues influye en ellos, pero… si nos
enfocamos a la lectura, descubrimos que ni siquiera son los medios sino los
intereses de sus patrocinadores los que controlan qué se publica y edita. En
este texto se hace una reflexión sobre los
porcentajes de los grandes monopolios existentes, de cómo Estados Unidos sigue
a la cabeza de todos, de cómo los que conforman el grupo de los 8, se van
asociando con aquellas empresas que son pequeños monopolios en sus países,
buscan sus “joint-ventures, es decir no se limitan a controlar un sector, se
diversifican para obtener mayores ganancias en todos las áreas, pero de manera increíble
toda la riqueza se centra en unos cuantos pues a pesar de ser tantas empresas, sólo dan empleo al 1% de la
población de la tierra (Fiori, 2001; Borón, 202).
Toda la lectura gira en torno a esta temática,
da porcentajes del dominio de “los grandes en la comercialización”, me llamó
mucho la atención que en una de sus conclusiones, nos menciona que
Latinoamérica es absorbida por las potencias extranjeras y según García, N.
(2003) existen cuatro medidas para salvaguardar las entidades culturales en América
Latina.
Los gobiernos precisan preservar el patrimonio
histórico tangible e intangible, así como incentivar la generación de
contenidos que amplíen las ofertas de entretenimiento fuera del patrón
mediático.
Acciones coordinadas involucrando la sociedad civil
compatibilizarían el avance tecnológico, la expresión multicultural y la
participación democrática de los ciudadanos.
Políticas públicas deben apoyar y exonerar la
producción de cultura nacional, aumentando la competitividad en los mercados
interno y externo.
Es importante proteger legalmente las
singularidades culturales (inclusive en el ámbito de la futura área de Libre
Comercio de las Américas) a través de mecanismos consistentes de regulación de
los flujos de programaciones e imágenes.
¿Por qué, si existen teóricos que aportan ideas
para provocar una independencia y progreso entre las naciones, nuestros
gobiernos hacen caso omiso? ¿Será que nada se puede hacer contra el dominio
económico de los “grandes”? Después de esta lectura, pienso que como docente,
sólo me queda hacer conciencia en mis alumnos, que el leer y cultivarse es la
única salida que se tiene como individuo inmerso en una sociedad, ante tanta
penetración y manipulación, que se adquiera el hábito de fomentar un
pensamiento crítico día a día para aceptar las cosas que convengan y desechar
aquellas que dañen.
Entre más aprendo, más fuerte es mi
responsabilidad como profesora, ojalá todos los que tenemos la oportunidad de
educar comprendamos cuán profunda es esta responsabilidad, ayudar a los jóvenes
de ahora a enfrentar un mundo lleno de avaricia de poder y dinero.